jueves, 28 de octubre de 2010

Sí, Luis también lo merecía

Me agradó el gesto que tuvo Del Bosque con Luis Aragonés en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias. Pero sobre todo, me pareció un reconocimiento justo. Me quedo con la frase de Xavi Hernández: "Si alguien ha cambiado el fútbol español, ése es Luis".

Hubo un tiempo en el que Zapatones gozó de la protección de los medios de comunicación y era un tipo de esos a los que se les podía decir que tenía muy buena prensa. Luis no ha cambiado nunca. Siempre fue un tío borde, malhumorado, cascarrabias, polémico y directo. Es decir, un Mourinho en cuanto a formas, pero más tosco, menos culto y menos refinado.

Sin embargo, los tiempos cambiaron a raíz de que dejó de llevar a Raúl a las convocatorias de la selección. Le atizaron, fue perdiendo inmunidad y le dieron hasta en el terreno personal. Con bajeza, mal estilo y cayendo, incluso, en el insulto. En junio de 2008, Aragonés cambió el devenir de la historia del fútbol español. Aquella selección unió a todos, enamoró con su juego y de un plumazo limpió los complejos que nuestro fútbol arrastraba. Luis lo pasó mal antes de la Eurocopa. Visceral, siempre se movió por estados de ánimo. En aquella ocasión, le dijo a la Federación que no contaran con él después del campeonato, pasara lo que pasara. Y le tomaron la palabra. Después de ser campeón, Luis no recibió ni un gesto de cariño, ni un acercamiento por parte de la Federación. Hierro ya tenía atado y hecho a Del Bosque. Luis se marchó y durante una buena temporada pareció peleado con el mundo.

Después llegó el primer partido del Mundial de Sudáfrica. Los comentarios de Zapatones tras la derrota de España en el choque inicial tuvieron una repercusión sólo superada por la estúpida afirmación de que Carbonero distraía a Casillas. Luis no dijo nada que no pensáramos la mayoría. España no estuvo acertada ese partido y por ese camino era difícil convertirse en campeón del mundo. Nada más, ese fue su delito. Todos los que esperaban a Luis con la escopeta tuvieron una oportunidad pintiparada para volver a repartir estopa. Se pasaron. En este país, en el que todo el mundo habla de todo, pero fundamentalmente de política y fútbol, cargaron contra una voz más que autorizada para hablar de España. Estuvo mal visto que el hombre que desde el banco llevó a la selección a ganar la Eurocopa comentara la derrota. Luis habló, pero si no lo hubiera hecho, le hubieran buscado. A medida que selección de Del Bosque fue pasando cruces, los comentarios (positivos) de Luis y las andanzas criticadas de la pobre Carbonero fueron perdiendo peso y notoriedad (bueno, hasta el momento del famoso beso) en favor del fallecido pulpo.

Del Bosque, tipo templado e inteligente, aprovechó el gesto acertado de la Federación de invitar a Luis a los Príncipe de Asturias, para sacar a Zapatones a que recibiera una ovación más que merecida. Un acercamiento, un tributo al que es el padre y creador de la selección campeona del mundo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Platini, ¿y ahora qué?


Los graves incidentes de Génova, que llevaron a la suspensión del partido de clasificación para la Eurocopa 2012 entre Italia y Serbia, han puesto a la UEFA en un brete. En otras ocasiones, el máximo organismo del fútbol europeo mostró una firmeza sin igual. Impuso castigos ejemplares a los equipos y países de las aficiones que ocasionaron los disturbios. Así fue hasta hace dos años.

El 1 de Octubre de 2008, el Atlético de Madrid se enfrentó al Olympique de Marsella, en partido correspondiente a la fase de grupos de la Champions League. Los ultras galos, capitaneados por Santos Mirasierra, provocaron altercados en la grada del Vicente Calderón y obligaron a la policía española a cargar para atajar el problema.

Michel Platini, presidente de la UEFA, se convirtió entonces en el abanderado de no se sabe muy bien qué. Por un lado, pregonó a los cuatro vientos que no estaba dispuesto a tolerar la violencia en los estadios de fútbol y por otro, decidió sancionar al club madrileño por la excesiva dureza con la que se empleó la policía española. De nada sirvieron los vídeos que utilizó la entidad colchonera como defensa, que demostraron como la policía actuó tras las agresiones de los aficionados franceses y no quisieron entender que el Atlético de Madrid no tenía potestad alguna sobre el comportamiento policial. El TAS confirmó la sanción y el conjunto rojiblanco tuvo que disputar el partido frente al PSV a puerta cerrada.

Fue un hecho sin precedentes. La culpa no la tenía el niño maleducado y consentido por sus padres que había roto la vajilla, sino el vecino que con buena intención ponía la casa para la fiesta. Es decir, la UEFA de Platini no castigó al equipo cuyos hinchas habían lanzado toda clase de objetos (quizás porque eran compatriotas), sino que lo hizo al club que ponía la cancha y que no pudo hacer más que aceptar las decisiones que tomó la policía dependiente del Ministerio del Interior de su país. Incomprensiblemente, el sancionado fue el Atlético y no el Marsella, que dejó que un elemento con un dudoso historial liderara a un grupo de radicales violentos. Entonces fue Santos Mirasierra el que se convirtió en hombre-imagen de la revuelta, esta vez le ha tocado el turno a otro colérico al que llaman Iván "El Terrible". Dos angelitos. Aunque Platini hizo del primero un nuevo héroe francés.  
Los hechos de Génova no pueden quedar impunes. Tiene que haber sanción y de paso apurar responsabilidades, ya que en más de un foro se sabía lo que se gestaba y que el choque no se llegaría a disputar, como sucedió. La organización miró para otro lado. No escuchó o no quiso escuchar.
En esta ocasión, si impera la lógica y la cordura, no sucederá lo mismo. Pero, ¿por qué entonces la UEFA actuó así con los rojiblancos?, ¿por qué todos acataron una decisión injusta como si de una dictadura se tratara?,  ¿por qué no se solidarizaron, al menos, los clubes españoles más importantes con el Atlético?
Es tan justo que castiguen a Serbia, como injusta fue la sanción al Atlético de Madrid. Han transcurrido dos años en los que el Calderón fue cerrado, Santos Mirasierra salió de la cárcel para después reincidir e hizo otra vez de las suyas. ¿Y Platini? Sí, sigue siendo presidente de la UEFA.

jueves, 14 de octubre de 2010

Caso Contador: cautela, cautela


No me gusta como los medios están gestionando el asunto de Alberto Contador. En temas de dopaje, el ciclismo siempre es esa chica de mala reputación de la que cualquiera duda. El malo de clase que aunque no haga nada, se come todos los marrones.

La noticia del presunto doping del ciclista de Pinto no se ha tratado con la misma ligereza que otros positivos del pelotón, a los que sin ser juzgados, eran condenados públicamente. En ese sentido, hemos avanzado, pero queda mucho camino por recorrer.

Desde el momento que el caso se hizo público, ha habido una corriente "opinionista" patriótica exacerbada. No me sirve el argumento de fe ciega en Contador porque es español, el número uno y ganador de tres Tours. Es un tipo normal, humilde, sencillo y amable, es decir, un ídolo del pueblo. Pero no compro una campaña orquestada para cazar a Contador. No me vale que los franceses le tengan ganas. Presunción de inocencia siempre y para todos.
Santiago Segurola escribía en Twitter, poco después de que el protagonista de esta historia explicara ante los medios de comunicación su teoría del filete y el clembuterol, algunas excusas que han sido expuestas por deportistas tramposos a modo de justificación: el atleta alemán Dieter Baumann se agarró a una pasta de dientes adulterada por sus enemigos con una sustancia prohibida para salir del paso, mientras que el ciclista estadounidense Tyler Hamilton relacionó las causas de su positivo con las células de sangre procedentes del feto de su hermano nonato para argumentar su inocencia, entre otras.

La duda parece razonable. Y más si se tiene en cuenta la opinión de la mayoría de especialistas, que aseguran que haría falta mucha carne para dar esa pequeña cantidad que se le ha detectado a Contador. Además, mientras que en España la opinión publicada se aferra al testimonio del campeón, fuera la cosa es bien diferente. ¿Les suena?

La duda no condena, simplemente invita a la reflexión. Contador está cuestionado, pero el que sale perdiendo es el ciclismo, una vez más.

miércoles, 13 de octubre de 2010

¡Aplasta, Arteche!



Ha fallecido Juan Carlos Arteche. Uno de esos símbolos que representaba la honradez, el honor y la nobleza en el fútbol. A la antigua usanza. Un clásico de los años ochenta que dignificó la camiseta del Atlético de Madrid de los Ruiz, Marina, Tomás y compañía. Descanse en paz.


sábado, 9 de octubre de 2010

Ser o no ser

El Atlético de Madrid ha ganado un partido de los últimos seis que ha disputado. En un momento crucial, porque marca el devenir de la temporada, los hombres de Quique sólo se han impuesto a un débil Zaragoza en el Calderón. El equipo rojiblanco ha ido de más a menos, tras un arranque ilusionante al conquistar contra pronóstico la Supercopa de Europa frente al todopoderoso Inter de Milán, vencer con goleada en la primera jornada liguera al Sporting de Gijón y conseguir los tres puntos en San Mamés. Pero aquella noche, en Bilbao, los colchoneros pagaron un peaje muy alto, la lesión de Sergio Agüero en una entrada fea de Gurpegui. Desde entonces, el Atleti ha ido a tirones. Desde entonces, Forlán no marca.

Kun forzó para llegar al choque frente al Fútbol Club Barcelona. No estaba recuperado y tuvo que ser sustituido poco después del descanso. Quique reconoció que se equivocó alineando al argentino. Esa tarde los rojiblancos se toparon con una de las mejores versiones del equipo de Guardiola esta temporada y además, los azulgranas llegaron a Madrid heridos en su orgullo tras ser derrotados por el Hércules en el Camp Nou.

Los caprichos del calendario tampoco se lo han puesto fácil a los atléticos, que tuvieron que visitar el campo del líder la jornada siguiente de caer ante el Barça. El empate cosechado en Mestalla ante el Valencia no supo mal, a pesar de recibir el tanto de la igualada a siete minutos del final. El Atlético aguantó como pudo las acometidas del conjunto de Emery y el reparto de puntos final fue justo. La victoria ante el Zaragoza reforzó al equipo rojiblanco, que defendió el 1-0 con un hombre menos, tras la expulsión de Reyes, durante más de media hora. Sin embargo, como ya pasara en Bilbao, la victoria le salió cara al Atlético que vio como se lesionaba Godín, uno de los pilares de la zaga en este inicio. Pero la visita al Sánchez Pizjuán fue un desastre. El Sevilla pasó por encima al Atlético, sin despeinarse. Quique no acertó con el invento del "trivote" y Forlán quedó como perdido en una isla en el ataque.

Las cosas no han marchado mucho mejor en la Europa League. El debut del vigente campeón en Salónica fue decepcionante. Mal resultado y malas sensaciones. La derrota supuso complicarse la vida en la competición. Y algo similar sucedió ante el Leverkusen en la segunda jornada europea. Empate en casa y gracias, tras regalar por completo el primer tiempo. El año pasado el equipo se dejó ir en la Champions tras un par de resultados negativos. Entonces quedaba la Europa League como "opción B". Este año no hay más alternativa que dignificar el título conseguido en Hamburgo el 12 de Mayo.

Los rojiblancos se han enfrentado a rivales, a priori, directos y no han salido bien parados. El Atlético sin Agüero está cojo. Sin él, el equipo sufre y Forlán lo padece. El "Cacha" no parece el doble bota de oro cuando no tiene a su mejor socio al lado.

Este año la cosa iba y puede ir en serio. Las conquistas logradas recientemente han desterrado la necesidad, ansiedad y fatalismo de los últimos años. Y así debe ser. Hay mimbres. Además de la Supercopa de Mónaco hay que quedarse con el crecimiento imparable en la portería de David de Gea. En defensa, la llegada de Godín ha dado solvencia y la incursión de Filipe Luis por la banda izquierda ha llenado de esperanza a los rojiblancos. Hay que recuperar a Kun para tener al mejor Forlán, esperar que Tiago entre en el equipo y confiar en que las musas visiten con frecuencia a Reyes.

Esta temporada, en la que el Barcelona de vez en cuando pincha en casa y en la que el Madrid no siempre gana a domicilio, el Atlético debe estar ahí. Pegar un golpe de autoridad, un puñetazo encima de la mesa que le permita decir "aquí estoy yo".

La pose de Mou


Rueda de prensa previa al encuentro de Champions entre el Auxerre y el Real Madrid. Jose Mourinho, entrenador del conjunto blanco, comparece ante los medios de comunicación. No deja títere con cabeza, reparte a diestro y siniestro. Los periodistas, atónitos después de que el técnico rebajara a Pedro León y les dijera qué es lo que le deberían preguntar, observan como el portugués, tras haber lanzado su mensaje, se levanta y abandona la sala. ¿Prepotente, crecido, sobrado? No, simplemente Mourinho.

No cabe la sorpresa, aunque muchos se hagan los sorprendidos. Son los mismos que atizaron a Pellegrini la temporada pasada y ahora se refugian en los números del ingeniero para dudar del portugués. No le faltaba razón al viejo Zapatones cuando reiteraba aquello de que "el fútbol es ganar, ganar y volver a ganar". El actual inquilino del banquillo blanco siempre fue así y parece que por el momento lo seguirá siendo. Y no le va mal. Este año el galáctico es él.

Le gusta estar en el ojo del huracán, ser el objetivo de los focos, el centro de las conversaciones. Se maneja como nadie en ese terreno, porque mide muy bien los tiempos. Cada comentario, cada gesto, cada provocación parecen estudiados y maquinados cara a la galería. Se acerca al cogote de Guardiola, habla de sembrar patatas en la hierba de su estadio, se queja por el duro calendario, carga contra los equipos que reservan jugadores frente al Barça o lamenta lo complicado que es su grupo de Champions respecto al de otros... Objetivo cumplido, lo ha conseguido de nuevo. Ahí tiene su portada, sus minutos de tele y sus tertulias de radio. Aspavientos medidos, nada le entorpece su camino.

El Madrid todavía no carbura al cien por cien a ojos de la grada y de los medios. No es algo extraño a estas alturas de temporada. Cuando el equipo recibe críticas, Mourinho sale a escena, escupe un dardo a modo de titular y desvía la atención hacia su persona. Le contrataron para ganar títulos, el resto le importa poco.

El entrenador portugués está tranquilo. Es lo que transmite y seguramente lo que sienta. Porque los buenos equipos se construyen desde atrás. Su Madrid no encaja goles y le crean muy pocas ocasiones. Apenas se habla de Casillas en lo deportivo, que parece haber cedido el testigo de santo con guantes al atlético De Gea. Suma seis puntos en la fase de grupos de la Champions y en el campeonato doméstico le contemplan tres victorias y dos empates. Para Mourinho, un gol recibido en siete partidos oficiales. La cosa marcha.

El Madrid volverá a ser campeón con Mourinho, no sé si este año, el que viene o al otro (tiene margen, porque ha firmado cuatro años y en caso de despido Florentino tendría que vender una tribuna de Chamartín para indemnizarle). Seguro que ganará fiel su estilo. ¿Le llegará a la afición del Bernabéu con eso?. Lo importante son los títulos, pero con Capello también se consiguieron y con las mismas le largaron.

Borde, antipático, no cae bien a muchos, pero su palmarés y fuerte personalidad le avalan. Es un ganador. Los madridistas están deseosos de espectáculo, sobre todo si miran a Barcelona. No es bueno compararse. Este año el show parece garantizado en el Bernabéu, al menos en el banquillo.