sábado, 29 de enero de 2011

¿La mejor Liga del mundo?

Muchos se llenan la boca al afirmar que el campeonato español es el mejor. El de mayor calidad, el de un nivel de juego más elevado. Todo humo. Una competición que de sus 20 participantes, sólo dos pueden alcanzar el primer puesto y que al tercero le acaban metiendo 25 puntos es una milonga. Y en cuanto a espectáculo, es únicamente cosa del Barcelona.

Me podrían rebatir tirando de números y de historia. El Madrid y el Barça siempre se han pegado por el título. Sí, pero no solos. Siempre había un Valencia, un Depor, un Athletic en otro tiempo, incluso un Atlético de Madrid. Pero lo de ahora no es una Liga, es un coñazo.
La culpa la tienen ellos mismos. Del Nido, presidente del Sevilla, personaje controvertido, poco de fiar y que dista mucho de estar entre gente que se merece mi respeto dentro de los mentideros futbolísticos es el único que ha dado un paso al frente y que ha alzado la voz en contra del injusto reparto del pastel televisivo.

Pili y Mili, o Barça y Madrid, son los que más dinero dan a ganar a las televisiones, pero no pueden jugar solos. Necesitan tener un rival al que meterle cuatro o cinco. Ahí debe estar la fuerza de los otros 18 clubes. Pero en vez de por la unión, optan por un "sálvese quien pueda". El primero de ellos el Atlético de Madrid, gobernado por el Gestor del Año. Ha aceptado ingresar migajas en comparación con los otros dos mounstros, pero unas migajas superiores a Valencia o Sevilla, sus actuales y más directos competidores.

La Liga española la han matado ellos, con un reparto obsoleto, basado en el duopolio y que favorece una competición aburrida, previsible y más que nunca liderada por un talonario que proviene de la especulación y dudosos favores...

martes, 18 de enero de 2011

¿Saldrá Quique antes que Suso?

Barrunto que a Quique no le queda mucho tiempo como entrenador del Atlético de Madrid. Siendo optimistas, como mucho hasta junio. Los detalles dejan entrever el desencuentro evidente entre el técnico y la directiva colchonera.
Que se ponga en entredicho la continuidad del entrenador que 14 años después ha dado títulos a la entidad, me parece una broma de mal gusto. ¿Se imaginan que sale del club antes que Suso García Pitarch? Eso sí que sería para morirse. Pero estas cosas pasan, sobre todo en el Atleti. 
Los fichajes no han supuesto el salto de calidad que se esperaba y los vicios del pasado no han dejado de repetirse. El Atlético ha tirado la Europa League y la Liga se ha encargado de tirarlos a ellos. En cualquier caso,  a Quique nadie debería ponerle en duda. Pero ningún dirigente, ni el director deportivo le han respaldado en público, siguiendo con esa política de oscurantismo y poca transparencia de la que siempre se hace gala desde los despachos del Calderón.
Él tampoco está a gusto con ellos. Cada vez que puede, leyendo entre líneas, lo deja caer en rueda de prensa, la tira para quien la quiera recoger. La última fue en la ida de la Copa del Rey ante el Madrid. Puso de titular a Juanfran con el que sólo había entrenado veinte minutos, por delante de todos los demás. Elías a la grada. Mensaje para Suso.
En el club callan, pero le están esperando. La afición atlética es agradecida, Quique lo  sabe. Está seguro de que no le darán la espalda y que no pedirán su cabeza. Tiene su cariño, respeto y gratitud. Los otros tres ( el del cine, el Gestor del año y Suso) no pueden decir lo mismo. 

jueves, 13 de enero de 2011

Messi lo merece

No entiendo tanta polémica sobre el Balón de Oro. Me parece un debate tan simple como obvio. ¿Acaso no es Messi el mejor jugador del mundo? Sí. Lo demás es papel mojado. Dábamos por hecho que la victoria en Sudáfrica de la Selección traería como consecuencia el preciado galardón, pero tendremos que seguir agrandando el mito de Luis Suárez. Xavi e Iniesta son dos jugadores extraordinarios, que están marcando una época, pero lo de Leo va más allá. Si los cincuenta fueron de Di Stéfano, los sesenta de Pelé, los setenta de Cruyff, los ochenta de Maradona, los noventa posiblemente de Ronaldo o Zidane, el siglo XXI es de Messi.

Si nadie duda de que es el mejor y lo demuestra una temporada tras otra, ¿por qué no debe ganar el Balón de Oro? ¿Por que ya lo había ganado? Da igual. Se lo merece y probablemente lo merecerá al año que viene.

Este premio por aquello de no repetir ganador con asiduidad ha sido otorgado a jugadores como Summer o Cannavaro. ¡Señores, qué se lo han dado al mejor! Aunque duela, porque sepamos que se ha perdido la mejor de las ocasiones para que un español deslumbrara al mundo con el balón dorado. El tren se ha escapado. Pero ha ganado el fútbol.

¿Xavi o Iniesta realizaron una campaña más completa que el argentino por el hecho de levantar la Copa del Mundo? No. Es un premio individual que valora (se supone) la trayectoria de un futbolista a lo largo de todo un año, y no de seis partidos que se juegan en un Mundial. Si hubiera un galardón colectivo de este tipo, si sería lógico que se lo entregaran a España, pero al ser un premio sin criterios propiamente definidos, más allá de la plasticidad y de lo subjetivo, entiendo que Messi es justo merecedor del mismo.

viernes, 7 de enero de 2011

Una década en rojo y blanco

Nueva década, época de resumen y de mirar atrás, pero solo para mejorar lo futuro. El pesimismo parece intrínseco a muchos atléticos. Hace diez años el Atlético de Madrid vagaba por segunda división como alma en pena, con un equipo que tuvo que reforzarse en invierno con Fagiani, Dani Carvalho y Raphael Wicky. El conjunto de Marcos Alonso se desangraba y se empezaba a cocer la explosión mediática de un niño, llamado Fernando Torres.

El Atleti no subió aquel año, a pesar de hacer los mismos puntos que el Tenerife. No fue mala suerte. Simplemente no hizo los deberes a tiempo. La temporada siguiente Luis armó una plantilla plagada de “boinas verdes”, gente curtida en la dificultad que devolvieron a los rojiblancos a primera para celebrar su centenario con lustre. Fueron años complicados, de transición, en los que se pretendía recuperar con excesiva celeridad el terreno que el Sevilla o el Valencia le habían comido.


Tras la salida poco airosa de Luis, Goyo Manzano estuvo a punto de meter al equipo en Europa. Ahora, con el reposo del tiempo es obvio que la marcha de Manzano fue un error, sobre todo por lo que se vivió después. Ferrando, por decisión personal de Gil Marín, se encontró con un banquillo que le sobrepasó. “Si nos meten menos de 30 goles, entramos en Champions” aseguraba el técnico valenciano. Craso error, César. Les metieron algunos más, pero esa no fue la razón. No había un equipo, había una banda.

Posteriormente llegó Carlos “el atracador” Bianchi. Poco se puede decir de este jeta argentino. Llegó, no dio una entrevista, trincó la pasta y de vuelta a las callecitas de Buenos Aires. Aquella temporada puedo ser un drama, tenía muy mala pinta. Sin embargo, la llegada de Pepe Murcia, el hombre que reclama su lugar en la historia por haber evitado el desastre, sirvió para dejar atrás fantasmas recientes.

Después llegó la etapa del “Vasco” Aguirre, con más resultados que fútbol, por eso el mexicano no llegó a conectar con la grada. Cumplió, fue honesto, pero nunca brillante. Aunque con él llegó la vuelta a la Champions.

Abel fue un regreso al pasado. Una vuelta al origen, al sentimiento más rojiblanco. Pero lo mismo que le garantizó su renovación tras meter de nuevo al equipo en Champions League, fue también su condena. Una defensa adelantadísima fue su suicidio (eso, y la cagada de Oporto).

Y llegó Quique y con él se reabrieron las vitrinas. Sin continuidad a (a veces) a golpe de coraje llegó la Europa League y contra pronóstico la Supercopa de Europa.

Así fue la década rojiblanca, en la que la distancia con el Madrid y el Barcelona se hizo insalvable y más grande que nunca. Fue la década en la que el Atlético asumió el nuevo rol de todo los demás, pelear como mucho por el tercer puesto. Dado el actual sistema del fútbol español, lo de la Champions y los ingresos televisivos está muy bien, pero lo que le gusta a la afición son los títulos. Señores, marquen en rojo las fechas de la Copa y mueran por ella. Ese debe ser el objetivo.