jueves, 2 de junio de 2011

Ganar y/o pasar a la historia

En el fútbol, como en cualquier otra disciplina, me parece demasiado osado calificar a un equipo como el mejor de la historia. Sobre todo porque sólo tengo conocimiento real de los últimos 20 años. Pero en ese tiempo el Barcelona de Guardiola es el conjunto que más se ha acercado a la perfección. Alex Ferguson, tras concluir la final del pasado sábado, afirmó que nunca se había enfrentado a un rival de esa envergadura. Y el técnico del Manchester United sí que me parece una voz autorizada.

El Barça ha demostrado una superioridad aplastante a lo largo de toda la temporada, por victorias y por encima de todo, por juego. En los cuatro enfrentamientos que disputaron frente al Real Madrid quisieron vender una igualdad que tras la conclusión de la campaña ha retratado a cada uno: una Liga y una Champions para el club culé y una Copa del Rey para la apuesta resultadista de Florentino Pérez.

La época que está marcando el conjunto azulgrana ejemplifica que la apuesta por un fútbol ofensivo, de toque y que no piensa más allá que en las virtudes de uno mismo es la base más sólida para lograr el éxito. Mientras unos miman su cantera, le dan continuidad y la proyectan hacia su primer equipo, otros dan bandazos intentando recorta distancias a golpe de talonario, renunciando a la grandeza de la que siempre han presumido, pregonando un discurso que ha calado en una grada que prefiere comprar las excusas de un demagogo a rendirse a la evidencia.

Hace un año el Inter de Mourinho ganaba todo en Italia y alzaba la Copa de Europa. Hace poco más de un mes el equipo del entrenador portugués ganaba la Copa del Rey. ¿Por qué nunca alcanzarán la excelencia? Porque hay equipos que ganan, mientras que otros además de ganar, pasan a la historia.