domingo, 28 de noviembre de 2010

Quique perdió los papeles


La imagen que ofreció Quique Sánchez Flores en la tángana final del partido ante el Espanyol fue lamentable. Vale que la actitud de Luis García no fue la mejor, vale que los pericos querían perder tiempo, pero esto es algo normal desde que el fútbol es fútbol cuando un equipo gana por la mínima en los minutos finales. La sensación que dio el entrenador del Atlético de Madrid es la del mal perdedor, la cara de la impotencia.
El Atlético no acaba de carburar. Por lesiones, por calendario, por árbitros o por lo que sea el conjunto rojiblanco no ha dado el salto de calidad que se esperaba tras los éxitos continentales cosechados en Hamburgo y Mónaco. Quique no consigue dar con la tecla, ni con un pasillo de seguridad sobre el que se construyen los equipos.
De los refuerzos que han llegado este año, sólo Godín cumple con las expectativas y se notó su ausencia provocada por una inoportuna apendicitis. Filipe es una sombra del futbolista que fue, Mario Suárez empieza a entrar ahora, Diego Costa es lo que es y  de Fran Mérida se entiende que el Arsenal le dejara escapar. Si a esto le añadimos que Domínguez no es el del año pasado, que Tiago sigue todavía de vacaciones, la lesión de Kun y la mala racha que atravesó Forlán, se entiende que el Atlético esté fuera de puestos europeos y que los nervios de su entrenador estén más a flor de piel de lo normal.      
Quique tiene crédito más que suficiente para voltear la situación. Sus equipos destacaban por la fortaleza defensiva, pero este Atleti deja mucho que desear atrás. Los males son los de siempre y no hay que mirar sólo a Perea, que es lo fácil. El centro del campo es inexistente en la línea de creación porque Tiago (uno de los jugadores con "mejor prensa" que se ha visto) no da un pase a derechas y sus pérdidas de balón en la parcela ancha han metido en más de un problema a la zaga (como si no se bastaran ellos solitos para liarla). Reyes es un jugador de chispazos, pero no destaca por la regularidad y Simao... El portugués está peleando su renovación, pero es un jugador en decadencia que no da para más.
¿Qué le queda  a Quique? Lo de siempre. El 10 y el Cacha. Así se desespera cualquiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario