lunes, 21 de marzo de 2011

Made in Atleti

Una temporada tirada. Una ocasión perdida. El año que está firmando el Atlético de Madrid está lejos de las expectativas creadas a comienzos de curso. Sobre todo tras conquistar la Supercopa de Europa y arrancar bien en la Liga. Ni los jugadores, ni el entrenador, ni la directiva han estado a la altura de un club que tras los triunfos continentales volvió a asomar la cabeza por el lugar que siempre le ha correspondido.
El equipo actual lo sostiene Agüero solito. Es el único que ha continuado una trayectoria ascendente y que ha vuelto a deslumbrar. Es lógico que esté cansado de tirar del equipo y de no ver resultados (para muestra, el partido de Almería). Este econjunto (que no el club) se le ha quedado pequeño, muy pequeño y buscará nuevos horizontes. Del resto, o se han estancado como los De Gea o Reyes, o han ofrecido un rendimiento muy inferior al del año pasado y aquí Forlán y Domínguez son los máximos exponentes. Los fichajes no han dado el salto de calidad que precisaba la entidad y han ofrecido un nivel excesivamente discreto.
Quique tampoco ha estado bien. Aunque soy de los que le agradecerá eternamente el año pasado y siempre le recordaré con cariño, no ha sabido dar con la tecla. La defensa ha seguido siendo la misma verbena que con sus predecesores. A diferencia del año pasado, cuando los aficionados recitaban la alineación de memoria con la única variación de Raúl García por Tiago en Europa,  no ha dado continuidad a un once. No ha otorgado confianza a los jugadores y se ha perdido en guerras internas. Por no hablar de Juanfran, fichaje pedido expresamente por él (o al menos eso nos han contado). Con apenas veinte minutos de entrenamiento con el resto de sus compañeros lo colocó de titular en el Bernabéu, después no le ha dado bola y le ha relegado por detrás incluso de Elías.
Y en cuanto a la directiva poco más se puede añadir a lo que cada domingo se escucha en el Calderón. Vendieron a última hora a Jurado y trajeron a un brasileño malo en enero. Que sigan vendiendo la burra de la Ciudad Deportiva y el nuevo estadio. Credibilidad cero.
Así el Atlético está abocado a la mediocridad, a jugadores de medio pelo, a entrenadores como Ferrando. Fue muy bonito el año de las finales, pero queda muy lejano...

No hay comentarios:

Publicar un comentario